Sólo en agosto se moverán proyectos en el Congreso

PARA MUCHOS, la última legislatura parlamentaria fue perdida porque el ausentismo ocasionado por las campañas para las elecciones legislativas y presidenciales perjudicó, en buena medida, las actividades de control político e hizo que varias de las iniciativas, algunas presentadas por el Gobierno con mensaje de urgencia, quedarán endosadas al Congreso que se posesione el próximo 20 de julio.

Sin embargo y como lo que queda es mirar al futuro, el panorama por el momento es incierto porque a la fecha se puede afirmar que próximo Legislativo está en el limbo, pues de los 166 representantes y 102 senadores elegidos el pasado 14 de marzo, apenas cerca de 50 han recibido por parte del Consejo Nacional Electoral la acreditación que les permite fungir como congresistas, es decir menos del 25 por ciento del total.

Esto a la espera del que el organismo electoral finalice un escrutinio especial que debió acometer de la votación y actas electorales de más de 12 mil mesas a nivel nacional, que fueron impugnadas por supuestas irregularidades.

Sin embargo, no hay garantía de que el Consejo Electoral finalice este escrutinio antes del 20 de julio y por ende todos los 268 congresistas puedan asistir a la instalación del Legislativo. La nueva presidenta del Consejo Electoral, Adelina Covo, señaló al llegar al cargo que la prioridad es finalizar lo más pronto posible el escrutinio para declarar Senado y Cámara, aunque advirtió que “teniendo muy en cuenta el principio de transparencia en la búsqueda de la verdad que nos ordena la Constitución”.

Otras prioridades

Conocer cuáles son los integrantes que eligieron 14 millones de colombianos el pasado 14 de marzo, no es la única incertidumbre que ronda sobre el nuevo Congreso así como sobre la suerte de la agenda de proyectos que deben ser tramitados en la primera legislatura.

Pues como es costumbre, antes de ocuparse de sus funciones de control político, estudio y generación de proyectos de ley, los congresistas se dedicarán a elegir las mesas directivas, que en caso de cada cámara no es problema porque esta definición se dará el mismo 20 de julio.

El problema está en la elección de las mesas directivas de cada una de las 14 comisiones en Senado y Cámara, que se llevará por lo menos dos semanas más, tiempo durante el cual las bancadas de los partidos mayoritarios hilarán los acuerdos para quedarse con las respectivas presidencias; al tiempo que las colectividades de oposición pujarán por la vicepresidencia.

De forma paralela, y mientras la agenda legislativa sigue en el congelador, las colectividades presentes en el Congreso se darán a la tarea de formar las coaliciones de gobierno y oposición, proceso en el cual seguramente el ministro del Interior del nuevo gobierno meterá la cucharada para tratar de ganar las mayorías para el nuevo gobierno.