martes, 9 de diciembre de 2008

Sigilosamente avanza el Pico y Placa nacional


En el Legislativo también se discute la implementación de la restricción para vehículos de transporte o de carga que no utilicen gas

EL PROYECTO del Ley que busca establecer un pico y placa nacional mediante una tabla única de restricción vehicular, superó sin poblemas el segundo debate en la Cámara de Representantes. Los autores de la iniciativa son los representantes Felipe Fabián Orozco y Fernando Tamayo y pretende regular y unificar a nivel nacional la restricción al tránsito de los vehículos en los perímetros urbanos buscando no solo mejorar la movilidad sino impulsar un medio ambiente sano.

Tanto Orozco como Tamayo presentaron dos ponencias en el mismo sentido pero ahora se pretende unificarlas para que el proyecto fundamental de pico y placa siga avanzando en el legislativo sin problemas. La diferencia entre los dos proyectos radica fundamentalmente en que la iniciativa del representante Tamayo (Proyecto de ley número 291 de 2008), propone un beneficio tributario como compensación a la limitación al ejercicio de la propiedad a los dueños de los vehículos afectados por la norma. Este argumento fue rechazado, de acuerdo a los representantes ponentes del segundo debate, Héctor Faber Giraldo Castaño y Diego Patiño Amariles, porque “con base al análisis legal y jurisprudencial no la compartimos en virtud a que el hecho generador del impuesto sobre vehículos lo constituye la propiedad o posesión del mismo y la base gravable se establece por el avalúo comercial del vehículo y con base a resolución que expide el Ministerio de Transporte para efectos de su liquidación anual”.

Pero adicionalmente, en la ponencia del segundo debate también se discutió el pico y placa ambiental con el fin de controlar los niveles de contaminación ambiental. Por medio de esta medida se restringirá el tránsito para los vehículos de transporte público colectivo y de carga, que operen con cualquier tipo de combustible, pero excepto para aquellos vehículos que operen con gas natural vehicular.

Medio ambiente

Sostienen en sus argumentos los autores de los proyectos que “el impacto sobre el medio ambiente que están ocasionando los vehículos accionados por los combustibles fósiles que son los responsables del calentamiento global en más de un 80% y de las enfermedades respiratorias por la emisión de sustancias como por el ejemplo el monóxido de carbono, son uno de los factores que nos llevan a abordar el tema con la seriedad que se merece y coadyuvar a través del instrumento de la ley, a brindarles las herramientas necesarias a los responsables de las administraciones locales para que tomen las medidas preventivas necesarias que les permitan a los asociados gozar de un ambiente en todos los sentidos más armónico y sano”.

Sostienen que en las ciudades donde esté implementada esta medida, se mantendrán las disposiciones vigentes; en las demás ciudades que por sus condiciones de contaminación ambiental se necesite implementar la restricción vehicular ambiental o pico y placa ambiental, se aplicarán las nuevas disposiciones.

Según el Ministerio de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenamiento Territorial, Bogotá, D. C., es la ciudad más contaminada del país, aunque no sufre los rigores de episodios de contaminación que han afectado a ciudades como Ciudad de México y Santiago de Chile, principalmente porque las condiciones meteorológicas y topográficas de la ciudad han favorecido la dispersión de los contaminantes.

Sin embargo, la situación es de rigurosa atención. Medidas como el pico y placa, esfuerzos para la autorregulación de las empresas transportadoras, medidas de control y sensibilización del sector industrial y la clasificación de áreas-fuente de contaminación alta, son medidas que se han tomado con el objetivo directo de disminuir la contaminación crónica que afecta la ciudad.

La principal causa de este aporte tan alto por parte del servicio público, son las políticas de dieselización del país, con un combustible diésel de muy baja calidad el cual tiene un alto contenido de azufre. Hasta el año 2001 se utilizaba en Bogotá un diésel con un altísimo contenido de azufre (4.500 partes por millón - ppm) y a partir de ese año se emplea un diésel de 1.200 ppm, el cual continúa siendo de muy bajas especificaciones comparado con el usado en países vecinos que ya cuentan con diésel de 50 a 300 ppm de azufre.

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